NUESTRA MANOS

Recuerdas cuando tu mano chiquitita
se asía fuertemente a mi mano firme
buscando el sostén a tus primeros pasos?

Supongo que no, aún eras pequeño,
pero en algún lugar de tu memoria
tendrás grabado el momento para siempre.

Alzabas tus ojitos, limpios, cristalinos
pidiendo sin palabras todavía,
el auxilio a tus comienzos inseguros.

Y yo, orgulloso, feliz, lejos del mundo,
ponía un dedo fuerte, uno solo,
y ya era suficiente para cuidar tu inicio.

Ahora, casi seguro, no lo recuerdas,
eras apenas quien comienza este camino
que ahora ya recorres firmemente.

Pero llegará un día, feliz como ese mío,
en que otra mano pequeñita, tierna,
buscará la tuya, como la tuya buscó la mía.

Y en ese momento incomparable,
volverá a la luz aquel recuerdo
que no sabías que tenías tan guardado.

Recordarás entonces, mi mano, tuya,
y sentirás ese calor del cariño que nacía
para ya no morirse nunca mas, ya nunca.

Así es hijo este circulo sin fin de nuestra vida,
aquella en sus comienzos tan calcados,
que nos regala ese destino de ser padres.

Cuando te llegue el tiempo, toma esa mano,
solo espera de ti, en ti confía,
y toma también la mía, con mas años,

que ya también te estará necesitando.